El País | Black Friday: ¿cómo saber que no inflan los precios antes de bajarlos? ¿Qué derechos tienen los consumidores?

Foto de un chico comprando por el Black Friday

«Que no te den gato por liebre este Black Friday» es el lema que transmite la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) este año, acompañado de un reciente estudio en el que aseguran que estos días son, en realidad, un trampantojo. El País ha querido contar con nuestra socia directora Belén Campos Manzanares para conocer la verdadera finalidad del viernes negro y para ayudar a identificar los posibles abusos de comercios en el Black Friday y cómo denunciarlos.

Según los datos que ofrece este estudio, los comercios anuncian descuentos del 23% de media, pero si se comparan los precios con el más bajo de los últimos 30 días, como dice la ley, la realidad es que este viernes los precios no bajan, si no que aumentan hasta un 3%.

Todos los comercios están obligados a indicar mediante una etiqueta que cierto producto ha sido rebajado y cuál es la rebaja que se ha aplicado. Campos explica que se puede hacer a través de dos métodos distintos. Por un lado, «indicando el porcentaje de descuento sobre el precio original o indicando el precio anterior y el actual rebajado, aunque lo habitual es que los vendedores opten por las dos opciones». Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa, y es que la regulación tiene un fallo: solo se exige indicar cuál fue el precio más bajo de los últimos 30 días, por lo que el consumidor no podrá saber el crecimiento de los precios en el periodo justo de antes. «En otras palabras, la ley no obliga a los comerciantes a informar si el precio en el Black Friday es, efectivamente, el más bajo del año. Ni siquiera si es el más bajo de la temporada», como indican desde El País.

Desde la web de la OCU se puede acceder a un asesor de precios para conocer si el precio anunciado es realmente el más barato de los últimos meses. También existe la posibilidad de utilizar una iniciativa privada muy útil, «Verificador de ofertas«, «que ayudan al usuario a discernir si una rebaja es una oportunidad o un engaño, haciendo un rastreo entre 500 páginas web y 30 millones de productos».

Si lo que el futuro consumidor del producto busca es comprobar el precio en el pasado para ver cuál era el precio anterior, puede hacerlo a través de esta web, recomendada por FACUA.

¿Aceptar una rebaja del precio durante el Black Friday implica renunciar a los derechos como consumidor?

El hecho de que un producto esté rebajado no está reñido con que tenga garantía o con que no se pueda devolver. El comprar un producto no implica renunciar a ningún tipo de derecho. Campos explica que «el consumidor tiene los mismos derechos que cuando compra sin descuento; por tanto, las garantías siempre serán las mismas». El resto de derechos también «se mantendrán inalterados en los periodos de descuento o rebajas», añade.

En muchas ocasiones, los consumidores se encuentran ante la situación de querer cambiar el producto que han comprado durante el Black Friday pero el comercio les obliga, para poder hacerlo, a pagar la diferencia del artículo con descuento y lo que cuesta tras la finalización del periodo de rebajas. Esto es totalmente lícito, por lo que nuestra socia directora recomienda, para evitar sorpresas, «estar al tanto de la política de cambios y devoluciones de cada establecimiento en cuestión para conocer si podemos exigir que se nos mantenga el precio rebajado». Dentro de esta política se deberá buscar «si el artículo que desea cambiar ha sido rebajado antes o después de la compra, la diferencia de precio no se aplicará en el cambio de talla».

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